Realizar un mantenimiento completo de tu bicicleta puede ser una tarea bastante extensa. Como no queremos alargarnos mucho, en este artículo empezaremos por mostrarte un mantenimiento básico de tu bicicleta: una inspección rápida antes de cada salida para apretar algunos tornillos, limpiar algunas zonas de tu bicicleta y lubricar ciertos componentes. ¿Quieres saber que mantenimiento básico necesita tu bicicleta? Te lo mostramos.
Es importante no olvidar que tu bicicleta necesita un mantenimiento regular por parte de tu mecánico. Si sales de ruta de manera regular, llévala a tu tienda de bicicletas para hacerle una puesta a punto al menos un par de veces al año. De esta manera te aseguras que los componentes complejos y difíciles de evaluar, como los radios, las superficies de los rodamientos, los desviadores y los cables, se inspeccionan y revisan con regularidad.
Recuerda que este tipo de componentes siempre deben ser revisadas y ajustadas por mecánicos experimentados.
¿Qué mantenimiento básico necesita mi bicicleta?
Antes de cada viaje, asegúrate de comprobar tres partes claves para que tu viaje sea más seguro y tu bicicleta dure más tiempo.
Estas tres zonas partes claves son: neumáticos, frenos y cadena.
Neumáticos
Tener los neumáticos con la presión correcta te ayudará a evitar pinchazos. Comprueba la presión recomendada en el lateral del neumático. Mientras compruebas el aire, aprovecha para asegurarte de que las palancas de cierre rápido y los ejes pasantes (si los tuviera) también están bien apretados.
Antes de salir, asegúrate de llevar contigo tanto kits repara pinchazos como bomba.
Frenos
Aprieta las palancas de frenos delanteros y traseros para asegurarte de que los frenos se acoplan correctamente y sin problemas.
Cadena
Comprueba la cadena y todos sus engranajes. Si mantienes la cadena lubricada y todo limpio te asegurarás de que tu bicicleta cambie de marcha con mayor facilidad, además de que el sistema de transmisión dure más tiempo.
¿Por qué es importante hacer un mantenimiento rutinario de tu bicicleta?
El mantenimiento de tu bici es fundamental para poder disfrutar de rutas seguras y poder evitar de antemano posibles problemas durante ellas.
Garantizar tu seguridad
La seguridad en la bicicleta no solo se limita a conocer el trayecto por el que vas a realizar la ruta o llevar el casco puesto. También es necesario que lleves a cabo un mantenimiento básico de la bicicleta para evitar tanto el desgaste de los componentes como accidentes en carretera por culpa del desgaste de estos.
Además, los cambios en las condiciones de la carretera o el clima pueden afectar a las piezas de tu bicicleta y desgastarlas más rápido, por lo que es necesario revisarlas cada cierto tiempo.
Ahorrar dinero en reparaciones importantes
Cuando prestas atención al mantenimiento básico de tu bicicleta es mucho menos probable que los componentes de tu bicicleta sufran averías importantes.
Mayor tranquilidad en carretera
Una ruta tranquila es lo que todo ciclista anda buscando. Estar al tanto del mantenimiento básico de tu bicicleta no sólo previene de accidentes a causa del desgaste de ciertas piezas, sino que también te dará una mayor tranquilidad.
¿Con qué frecuencia debo hacer el mantenimiento de mi bicicleta?
En cada salida
Comprueba la presión de los neumáticos, los frenos y asegúrate de llevar la cadena limpia y engrasada.
Asegúrate de que los ejes de las ruedas estén bien apretados.
Semanalmente
Comprueba a fondo la presión del aire con una bomba.
Comprueba el desgaste, los cortes y las rozaduras de los neumáticos y sustitúyelos si fuera necesario.
Comprueba que los cables de los frenos y del cambio no estén oxidados o deshilachados, y sustitúyelos si es necesario.
Comprueba que los pedales y las bielas estén bien apretadas.
Escucha cómo gira la cadena en las marchas: ¿los cambios de marcha son nítidos y precisos, y la cadena es silenciosa?
Mensualmente
Comprueba que las ruedas están bien alineadas y rectas.
Lubrica las manetas de freno, los desviadores y los cables.
Comprueba y lubrica si fuese necesario las calas de los pedales.
Comprueba todos los demás tornillos, como los de las bielas, el del sillín, el manillar, las potencias, los frenos y los cambios.
Inspecciona el cuadro y los componentes de la bicicleta en busca de golpes, grietas o arañazos. A veces, limpiar la bicicleta a fondo es la mejor manera de hacer una revisión detallada.